Por Gabriel Calleja Angulo.
La situación de Siria: Aproximadamente 2 millones de desplazados internos. 5,6 millones de refugiados sirios en todo el mundo y 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Siria. A diez años del inicio de este desastroso conflicto, la violencia no ha llegado a su fin.
La situación de Libia y el Mediterráneo: Más de cien mil personas cada año intentan cruzar el mediterráneo. Existe más 56 mil refugiados y solicitantes de asilo registrados en Libia. 170 mil desplazados internos en Libia, 5 mil refugiados y migrantes en centros de detención. La migración de personas desplazadas del continente africano hacia Europa a través del mar mediterráneo ha desencadenado una crisis humanitaria que ha empeorado con los años debido a las guerras y la mala situación económica de algunos países en África.
La situación del Triángulo Norte: El flujo migratorio de los países del Triángulo Norte de Centroamérica hacia los Estados Unidos es muy significativo porque más de 3 millones de personas de esos países viven en situación migratoria irregular (23% del Salvador, 8% de Honduras, 6 % de Guatemala). Se calcula que cada año más de 300.000 ciudadanos de estos países comienzan su viaje hacia este país.
La situación de Venezuela: En los últimos 5 años cerca de 8 millones de personas han salido de Venezuela de las cuales cerca de 2 millones han realizado algún trámite de asilo, casi 3.5 millones han realizado algún otro trámite de regulación migratoria complementaria así como más de 3.0 millones están en situación irregular y se estima que otros 4 millones lo hagan en el 2025.
La situación de los Estados Unidos: Con las recientes políticas migratorias del Gobierno de los Estados Unidos y las acciones de deportación masiva implementadas por las autoridades migratorias que ha establecido como meta 1.4 millones de deportados solo en el 2025 mediante la aplicación de leyes de guerra como la Ley de Enemigos Extranjeros, así como también los anuncios de ofrecer cantidades de dinero a los migrantes para su auto deportación, se estima que muchos latinoamericanos abandonarán los Estados Unidos para desplazarse a Europa, toda vez que el Gobierno Español ha ofrecido recibir a los migrantes que provengan de este país.
En todos casos hay un denominador común como es que durante sus desplazamientos y deportaciones es cometen actos de brutalidad e inhumanidad provienen de traficantes, contrabandistas, milicias y, en algunos casos, de parte de funcionarios del Estado. Los peligros que enfrentan los migrantes incluyen matanzas aleatorias, violencia sexual, tortura, trabajo forzado y golpizas, ello sin contar la falta de acceso de servicios esenciales para la subsistencia como cobijo, resguardo, alimentos, agua, saneamiento, medicinas y atención medica. Los crímenes contra migrantes suelen quedar impunes y estima que sólo el 1% de los delitos cometidos contra migrantes termina en una sentencia. La comunidad internacional debe reaccionar contra los Estados que en sus territorios se comentan estos abusos y atrocidades ya que las mismas se han institucionalizado y no son únicamente responsables los Estados de origen en los conculcaron sus derechos humanos, sino también los Estados de transito y recepción, razón por cual se requiere una respuesta inmediata coherente, contundente de rechazo y desagravio hacia los Estados que no cumplen con los estándares de protección internacional de derechos humanos en las situaciones criticas antes descritas por las que atraviesan estos migrantes.
Así mismo, se requiere que los migrantes cumplan con las leyes y programas migratorios establecidos por cada país para obtener una migración segura, ordenada y regular, teniendo en cuanta que la soberanía de los Estados permite legislar, regular y conducir sus procedimientos migratoria atendiendo al interés y la seguridad nacional.